
¿Cómo se distribuyen luego por la Península? Hay teorías para todos los gustos. Pero una cosa es bien cierta, siempre buscarán zonas húmedas donde alimentarse, próximas a bosques de pino, roble, boj, abedul, hayas, berezo&hellip donde cobijarse durante el día. Todo cuanto rodea a la dama de los ojos aterciopelados es un enigma que suscita una atracción especial a un nutrido y elitista grupo de cazadores denominados sorderos o becaderos. Cazadores que deben aportar un conocimiento exhaustivo de las querencias del pájaro de cara alargada, unas piernas de acero y sobre todo un perro adiestrado que haya mordido muchas becadas. El becadero de cierto nivel por termino medio llega a avistar una o dos becadas por día y abate una cada dos días de caza. Las estimaciones de capturas controladas en España rondan los 130.000 ejemplares. En Europa son más de 4.600.000, que de alguna forma vienen a corroborar las teorías de aquel afamado cazador de Amorebieta apodado 'Tetu' de que en Europa había mas becadas que torcaces, a pesar de que las primeras son muy difíciles de contabilizar porque no se las ve volar de día como a las palomas. Esta temporada los becaderos de Vizcaya y Guipúzcoa tendrán la oportunidad de cazar dos semanas más en zonas de caza controlada y previa solicitud. No es poco.
J.A.SARASKETA
EL CORREO
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