Las principales entidades vinculadas a la caza, como la Asociación para la Defensa del Cazador y Pescador, ADECAP, y la Oficina Nacional de la Caza, han dado cuenta de los principales logros desarrollados con el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, y confían que en breve sus propuestas se vean reflejadas en textos legales que pongan fin a varios sinsentidos y problemas que atenazan de forma grave la actividad cinegética a nivel estatal.
El borrador para la
modificación de la Ley de Montes 43/2003 que se debate en el Congreso de los
Diputados sería el texto sobre el que concretar las modificaciones. Se trata de
la culminación a muchas horas de trabajo durantes meses, y unas cuantas
reuniones al más alto nivel en las que han intervenido e implicado, además de
las ya citadas, otras entidades como la Asociación de Propietarios para la
Gestión Cinegética y Conservación del Medio Ambiente, APROCA.
DAÑOS
Entre los
temas a abordar de una forma definitiva, uno de los más esperados por los
gestores y por todos los cazadores, porque tiene amenazados de desaparición a
muchos acotados, es la modificación a la disposición novena de la Ley de
Tráfico. Lo que en un principio se hizo con la mejor intención se ha convertido
en una guillotina para la vida muchos cotos, al convertirles en responsables en
la práctica de todos los accidentes de tráfico que se producen en su entorno
con animales de fauna salvaje. Algo que solo sucede en España; que el dueño del
acotado sea el responsable, y el pagador, de cualquier incidencia de tráfico
relacionada con los animales cazables de su coto, indistintamente de la época o
de la acción de caza, sin tener en cuenta otros factores.
La reforma sí contemplaría,
obviamente, la responsabilidad del coto si el siniestro es consecuencia directa
de la acción de cazar realizada en la misma fecha del accidente.
Otro de los temas
candentes es la responsabilidad de los cotos sobre los daños provocados por la
especies de caza en la agricultura, ganadería y explotaciones forestales.
Aunque este asunto es tan o más peliagudo que el anterior, se apuesta porque
sea responsable el acotado si se incumple de forma manifiesta lo contemplado en
cada Plan Técnico de Caza. Y descartando los daños en zonas de seguridad,
vedados o terrenos de aprovechamiento común, donde sería responsable el dueño
de cada terreno.
UNIFICAR
Otra de
las ventajas que se quiere obtener para los cazadores es la de diseñar a nivel
estatal una estrategia para el aprovechamiento cinegético que, de paso y para
Euskadi podría servir para ampliar la época hábil de la paloma torcaz. Esta
vendría de un trabajo conjunto con el Comité Interautonómico de Caza y Pesca
que ayude a unificar criterios y armonizar las distintas órdenes de veda. Además
se contempla por fin desarrollar de una forma efectiva la multilicencia,
simplificando los trámites para poder cazar en las distintas comunidades
autónomas. No sería la manida licencia única, complicada porque cada autonomía
legisla en materia de caza, pero sí una herramienta que facilitara el papeleo
necesario actual para poder cazar en las diversas comunidades autónomas, algo
que padecen miles de cazadores vascos que acuden a otros territorios.
Por el momento, en
conjunto se trata de sugerencias que aún deberán verse reflejadas en el texto final
de la nueva Ley de Montes, por lo que el presidente de ADECAP y la ONC, el
eibarrés Juan Antonio Sarasketa Legina, resalta que “hay que ser prudentes
hasta la aprobación definitiva de la Ley”. Sarasketa opina que estas medidas supondrán
“un paso histórico” en las reivindicaciones “racionales” de los cazadores, un
colectivo “que sigue luchando y predicando con su ejemplo a pie de campo” pero
también en los despachos y trabajando junto a otras entidades por la mejora de
la caza para el futuro.
J.ATXA
DEIA
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