miércoles, 28 de mayo de 2008

Una sentencia judicial amenaza el futuro de los cotos alaveses y la economía de muchos pueblos

El golpe del mazo del magistrado ha sonado como un disparo para los cazadores alaveses. La sentencia, firme y de obligado cumplimiento, dictada por la Audiencia Provincial de Álava condena a partir de ahora a los responsables de los cotos de caza y, en última instancia, a los dueños de los terrenos, a costear los daños producidos por cualquier animal que salga de estas tierras en accidentes de tráfico. Una decisión que, para los profanos en materia cinegética, puede parecer intrascendente, pero que amenaza con sacudir los cimientos de la caza en Álava.
El caso es que la decisión sienta jurisprudencia hasta el punto de que los responsables de la Asociación de Cotos de Caza de Álava ( ACCA) no dudan en calificar lo sucedido como una "auténtica catástrofe". Es más. Advierten de que esta resolución legal puede generar un efecto dominó que afectará severamente a las arcas de los concejos alaveses. La situación hasta mediados de mayo era clara. Si un coto disponía de aprovechamiento cinegético de una especie -los cazadores podían darla caza dentro de sus límites-, sus arrendatarios o titulares eran responsables del daño que pudiera causar el animal cuando, por ejemplo, saltaba a una carretera y provocaba un accidente de tráfico. En el supuesto de que la reserva de caza no dispusiera de permiso para abatir la especie causante del siniestro, la Diputación alavesa se hacía cargo de las facturas. Un montante que para el seguro de la institución foral no representaba una cantidad excesivamente gravosa, pero que para los arrendatarios y pequeños propietarios puede representar la diferencia entre seguir cazando o abandonar la escopeta. Los detractores de la caza pueden pensar que es una buena noticia, pero al igual que el aleteo de una mariposa repercute en el otro extremo del planeta, tal y como defiende el efecto mariposa , la desaparición o merma de la caza en Álava podría acarrear consecuencias desastrosas. La más evidente, según el presidente de ACCA, Teófilo Ruiz de Viñaspre, sería la merma en los balances económicos de concejos y juntas administrativas. "Todos ellos ingresan cantidades por los arrendamientos de los cotos. Si la actividad no sigue, el dinero desaparecerá. Lo malo es que en muchos casos se trata de su principal fuente de ingresos", explicó Ruiz de Viñaspre. Al margen quedan las cuestiones estrictamente relacionadas con el control de las especies. Si se reducen las capturas, algunos grupos de animales, como los jabalíes, los corzos o los ciervos, géneros que ya no cuentan con depredadores naturales en nuestro entorno, pueden incrementar su número de forma sensible y dar lugar a muchos más accidentes de tráfico. En el caso concreto de los jabalíes, un aumento de ejemplares fuera de lo habitual les llevaría a buscar alimento en los núcleos urbanos. puntilla El máximo responsable de los cotos alaveses asegura que la caza en el territorio atraviesa una situación "delicada" y que la sentencia puede representar "la puntilla". Por ahora, han recurrido la decisión judicial ante el Tribunal Supremo. Una estrategia que puede resultarles positiva a medio plazo, en unos diez años. Un periodo de tiempo en el que el daño hecho puede ser irreversible. La segunda opción de ACCA ha consistido en solicitar ayuda a la Diputación, institución que tradicionalmente se hacía cargo de los daños ocasionados por los animales procedentes de cotos en los que no podían ser cazados. La pasada semana, el presidente de la asociación se reunió con la titular foral de Agricultura, Estefanía Beltrán de Heredia, quien le aseguró que se informaría sobre el asunto de cara a un nuevo encuentro en el que debatirán posibles ayudas económicas para afrontar el revés. Mañana, en la Comisión de Agricultura que celebrarán las Juntas Generales, la sentencia de la polémica será el tema estrella de la jornada.

Fuente: Diario de Noticias

1 comentario:

Anónimo dijo...

Las responsabilidades de los daños ocasionados por la caza , es una de la reivindicaciones de la plataforma de la manifestacion de Madrid. Esperemos que la nueva ministra española acepte las modificaciones que se le han propuesto de la dichosa ley Narbona. hay que ser optimista.