«Los jueces nos han humillado»

«Es una injusticia como la copa de un pino». Los cazadores vascos criticaron ayer con dureza la sentencia del Tribunal Supremo que entierra de manera definitiva la contrapasa después de casi dos décadas de lucha en los órganos de Justicia.

El malestar de este colectivo contrasta con la «satisfacción» de los grupos ambientales y ecologistas, que celebraron la prohibición de una práctica cinegética que acababa cada año con la vida de unas 2.000 palomas torcaces en su viaje de regreso a centroeuropa y que había tenido en Vizcaya su último reducto.

En su resolución, adelantada ayer por este diario, los magistrados decidieron anular este tipo de batidas por contravenir la directiva comunitaria de aves. En este sentido, recordaron que las leyes de la UE son de obligado cumplimiento porque tienen un rango superior al de las estatales y provinciales.

Para el presidente de la asociación de cazadores vascos Adecap, Juan Antonio Sarasketa, la decisión del Supremo supone «un ensañamiento» con el colectivo al que representa. «El fallo es humillante porque no tiene ningún fundamento ecológico ni naturalístico», criticó. «Se pone fin a una costumbre ancestral, afianzada sobre la caza selectiva de un especie que está considerada como una plaga en muchos puntos del continente», añadió.

A juicio del también presidente de la Oficina Nacional de Caza, la sentencia representa un ataque directo al cazador vasco, «un cazador que suda la camiseta, que no engaña a la pieza y que siempre ha despertado simpatía y ha sido admirado por personalidades como el escritor Miguel Delibes».

Sarasketa no dudó en responsabilizar de la prohibición de la caza de palomas torcaces durante la época prenupcial a «grupos anticaza que no soportan que nuestro deporte esté levantando la cabeza en Euskadi». «Los ecologistas han alegado memeces -criticó-, porque los primeros interesados en que el medio ambiente funcione correctamente somos nosotros».
El presidente de Adecap advirtió de que su asociación «recurrirá a donde haga falta» para que la contrapasa vuelva a ser legal. En este sentido, no descartó iniciar contactos con partidos políticos con el objetivo de cambiar las leyes europeas.

«No es ético ni sostenible»
Por su parte, la Sociedad Española de Ornitología (SEO), que fue quien inició el litigio, mostró ayer su satisfacción. «El fallo es positivo, porque evidencia que los jueces han comprendido las leyes comunitarias», valoró Juan Carlos Atienza. El responsable del área de Conservación de SEO explicó que su grupo no está en contra de la caza de la paloma torcaz. «Lo que no queremos es que se maten ejemplares en el peor momento, en pleno regreso a casa tras una invernada en la que mueren hasta el 70% de las aves por causas naturales», argumentó. «No es ni ético ni ecológicamente sostenible», añadió.

Pese a la alegría por la decisión del Supremo, Atienza instó a no bajar la guardia y llamó la atención sobre «el poder» que, a su juicio, ejercen los cazadores vascos. «Nos preocupa que su presión sobre las administraciones haga que se autoricen prácticas que no se ajustan a la ley». Criticó el papel que ha tenido en este caso la Diputación, que defendió durante años, contra viento y marea, la contrapasa. La institución foral no quiso ayer valorar el fallo del Supremo.

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