Después del temporal del fin de semana, los cielos se han llenado de miles de zorzales en su tránsito migratorio hacia el sur. Los cazadores están de suerte porque las previsiones meteorológicas acompañan.
Desde el viernes pasado, que ya se dejaron notar numerosas malvices en los puestos de más raigambre, los más veteranos intuían una sorpresa que se ha confirmado sobremanera a comienzos de esta semana con un espectacular pase de zorzales sobre nuestros cielos como hacía muchos años que no se recordaba. Por pasar tantas y tantas en grandes bandos, que suelen ser poco frecuentes por nuestros lares.
Y es que si ya el viernes llegaron muchísimos bandos de zorzales del país o comunes (Turdus philomenos) y también muchísimos grupos de malvices alirrojas (Turdus iliacus), el sábado y el domingo , con los fuertes vientos de hasta 130 kilómetros por la costa, los fuertes chaparrones y las granizadas hicieron que se vieran malvices, pero no de una forma extraordinaria ni en exceso llamativa para estas fechas de comienzos de noviembre. Ni siquiera el viento de componente noroeste impidió el paso de la más pequeña de las aves cazables. Pero el domingo a la noche comenzaron a rolar los vientos y llegaron los del norte, con lo que la puerta esta vez para las malvices pareció abrirse de par en par el lunes. Hubo sitios de la costa vizcaina en general donde el paso de miles y miles de malvices fue espectacular. Al ser día laborable y continuar los rigores climatológicos de lluvias, fueron pocos los que se atrevieron a ir a las zonas de pase y luego pudieron disfrutar de ese evento que sucede así, tan concentrado, contadas veces en muchos años. Si el lunes se encendieron las alarmas en la costa, el día siguiente no fue menos y, en pasos hacia la meseta castellana, el incesante paso de grandes bandos de malvices del país y alirrojas se produjo durante toda la jornada.
En cuanto los chaparrones cedían a nuestro sirimiri los bandos parecían hacer cola para ir pasando por su particular autopista también por los puestos más al interior, como por las zonas de Urkiola, Dima, Barazar, Orduña, o Peña Angulo, éste ya en tierras burgalesas.
Por supuesto que los zorzales no llegaban solos y junto a ellos pasaban bandos de sus hermanos mayores, los zorzales reales o dúrdulas (Turdus pilaris) e incluso algunos zorzales charlos (Turdus viscivorus), todo ellos acompañados de efectivos de calandrias, especie no permitida su caza en España pero sí en Francia, o de los siempre espectaculares gansos, con formaciones superiores a cien ejemplares. Un espectáculo al alcance de los que han podido comenzar la semana desafiando al tiempo y subiendo a los puestos de migratorias. Ayer mismo siguió el pase de estas aves, aunque más flojo.
Pero las perspectivas del tiempo hablan de vientos del sur y, sobre todo, suroeste para hoy jueves y mañana viernes, por lo que los palomeros siguen esperanzados en los numerosos bandos de azuladas que al parecer aún están al otro lado de los Pirineos se atrevan a dar el salto hacia el centro y suroeste peninsulares cruzando nuestros cielos.
Expectativa de becadas
Por si fuera poco, los becaderos observan de reojo pero sin perder ningún detalle de este inmenso tránsito de zorzales, a sabiendas que con tanto movimiento de pájaros resulta casi segura la llegada seria del primer contingente de becadas, algunas ya avistadas desde las líneas de pase a comienzos de semana antes de romper el día.
Las expectativas no pueden ser mejores para lo que resta de semana, si se mantiene el paso de zorzales para quienes cazan al pase; con los palomeros bien atentos a estas rachas de viento sur pendientes todavía de traer torcaces y con los becaderos, que tanto hoy como el fin de semana, volverán a los bosques con sus perros en pos de la siempre escurridiza sorda. Y es que estos días de nuevo toca volver a soñar y ser optimistas desde todos los frentes cinegéticos.
J.ATXA
Fuente: DEIA
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