Todos los sectores vinculados a la caza, tiro y sector armero deportivo expresan su oposición al proyecto de nuevo Reglamento de Armas.
La chispa, o mejor dicho fogata, que ha encendido una inmensa hoguera entre todos los sectores vinculados a las armas deportivas ha sido el borrador del nuevo Reglamento de Armas. Según se han ido conociendo sus contenidos, Oficina Nacional de la Caza, Federación Española de Caza, también la de Tiro, además de las diversas asociaciones de caza y las principales entidades que representan al sector armero y a las armerías se han ido sumando a la indignación y oposición del texto, al que calificaron anteayer por la tarde en Madrid como “una barbaridad absoluta sin pies ni cabeza” Juan Antonio Sarasketa y Andrés Gutiérrez, máximos representantes cinegéticos hispanos de la ONC y la RFEC, respectivamente.
Y es que son muchas las nuevas restricciones que afectan a casi todos los capítulos de la adquisición, tenencia, uso, transporte, fabricación y comercialización de armas deportivas, bases de la actividad cinegética y del tiro deportivo. “No descartamos movilizaciones” afirmó Sarasketa, mientras que Gutiérrez recordó que el Ministerio del Interior, a través de la Secretaría General Técnica les “había mentido” ya que días antes a la publicación en el BOE, se les aseguró que no existía ni borrador ni proyecto alguno, y que en caso de su publicación se contaría previamente con ellos, prometiendo incluso la creación de una comisión mixta de trabajo. Algo que no ha sucedido. Por ello, presentaron el comunicado “Por un reglamento compatible con un millón de cazadores” que a través de nueve puntos recoge las principales reivindicaciones de los implicados. Poco más de dos años después de la macro manifestación que recorrió la Castellana madrileña a favor de la caza y el campo, el manifiesto recuerda a la Administración que “no puede ser sorda a las reivindicaciones legítimas y razonables de un colectivo responsable como el cazador” que cuenta con más de 600.000 afiliados y sobrepasa el millón de practicantes hispanos.
EUROPA
Los organismos cinegéticos recuerdan que llevan años demandando un régimen más ágil, justo y moderno para las armas civiles que flexibilice la normativa aplicable y que equipare la legislación española al resto de países europeos. Por supuesto, los representantes de los cazadores tienen claro que el nuevo reglamento “deberían focalizar los esfuerzos en aquellas cuestiones que pueden afectar a la seguridad ciudadana, y que real y efectivamente supongan un riesgo para ésta, tal y como ha establecido la modificación de la Directiva Europea de Armas de Fuego”. Quien crea que los cazadores piden imposibles o pasos atrás en la regulación de las armas deportivas se equivoca. Garantizar la seguridad ciudadana y adaptar la normativa a los parámetros europeos es lo que reclaman, mientras obtienen por respuesta muchas más restricciones sin argumentación que lo fundamente ni un mínimo consenso.
Además, se recuerda que éste es un sector que aglutina a multitud de subsectores “que de forma directa suponen más de 5.000.000 millones de euros para el desarrollo económico” español, destacan desde la ONC y la RFEC, y entre los que se incluyen armeros, artesanos del cuero o la taxidermia, rehaleros, salas de despiece, guardas de caza, veterinarios, trabajadores forestales, ojeadores, servicios de catering, alojamientos turísticos… “El usuario del campo es el verdadero responsable de la protección de la naturaleza. El cazador cumple esa función desde hace siglos y como tal nos debe ver la sociedad urbana” recoge el manifiesto, mientras se esperan gestos ministeriales que aflojen la encendida polémica. El primero de ellos, la ampliación de la fecha para enviar las alegaciones, al parecer de veinte días más, y luego que las partes implicadas sean escuchadas. Se lo contaremos.
J.ATXA
DEIA
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