El nuevo Reglamento de Armas será muchos más restrictivo para todos los sectores implicados, y confuso con puntos polémicos que quedan sin resolver.
Todos los sectores que tienen que ver con la armería deportiva han podido acceder ya por escrito a la peor de sus pesadillas, el proyecto de nuevo Reglamento de Armas que sustituirá al obsoleto de 1993, publicado en el BOE el pasado 30 de noviembre. El texto restringe mucho más las armas deportivas y castiga a sus usuarios, mientras complica la fabricación, comercialización y transporte, poniendo en la picota a un sector armero vasco sumido también en una dura crisis económica.
Un total de 143 páginas recogen el proyecto de Real Decreto elaborado por la Comisión Interministerial Permanente de Armas y Explosivos, y con esta nueva vuelta de tuerca contra la caza y tiro deportivo se ignoran por completo las peticiones de un reglamento moderno, acorde a las necesidades actuales y de nivel europeo, realizadas desde la Oficina Nacional de la Caza, Federación Española de Caza, Federación Española de Tiro Olímpico, Asociación Armera, que agrupa a las principales empresas productoras y comercializadoras de armas deportivas a nivel estatal, o Asecati, asociación empresarial para la caza y tiro deportivo, o las revistas especializadas.
LÍMITES.
Para los cazadores y tiradores, si no se modifica el texto, las escopetas y rifles semiautomáticos quedarán prohibidos si su cargador es “extraíble o movible o, aún siendo inamovible, no se pueda garantizar que con herramientas normales pueda ser transformada a una capacidad superior”. Lo que vendría a prohibir casi todas las escopetas de caza “repetidoras” y la mayor parte de rifles semiautomáticos actuales. Esperemos que el Reglamento no sea de carácter retroactivo porque el caos sería total. Las carabinas de calibre 22 lr, hasta ahora amparadas con licencia E, de escopeta, pasarán ser guiadas con licencia F, de tiro deportivo, con todo lo que conlleva. Este calibre está injustamente prohibido para la caza a nivel estatal, caso único en Europa y seguramente en el mundo. El número máximo de rifles por persona guiables para caza mayor será de ocho, mientras que hasta ahora era ilimitado. En escopetas, armas de mucho menos alcance, y salvo que se diga otra cosa, el límite sigue en seis, a todas luces corto para quien combine caza con tiro deportivo. Además, las piezas esenciales de las escopetas y rifles pasan a ser “fundamentales” por lo que deberán ser marcadas y punzonadas por bancos oficiales de pruebas para no ser prohibidas y destruidas. Los menores que quieran incorporarse al mundo de la caza, deberán esperar a los 16 años para portar una escopeta, por los 14 actuales. El texto también prohíbe la exhibición de armas en locales públicos, pero no aclara mucho más, por ejemplo, cuando los cazadores hacen paradas durante el viaje a las jornadas de caza, motivo de denuncias bien si se deja el arma en el coche o bien si se lleva al establecimiento hostelero.
ALEGACIONES.
Juan Antonio Sarasketa, presidente de Adecap y de la ONC a nivel estatal, asegura que solicitarán una prórroga para el envío de alegaciones ya que el plazo termina el próximo 27 de diciembre y la ONC cuenta ya con numerosas peticiones de modificaciones, recogidas ya desde 2008, que luego no se han visto reflejadas.
Otro de los afectados gravemente será el sector armero deportivo. La gerente de la Asociación Armera a nivel estatal radicada en Eibar, Marta Gómez, cree que el proyecto es “una barbaridad. Crean una alarma social con un producto que no lo tiene” en referencia al sector deportivo “esto no está en la mente de la sociedad” asegura, mientras ve peligrar al sector que defiende “en seguridad nos pasan de 50 a 100. No pueden endurecer una norma sin ningún argumento” protesta. El guante está lanzado desde Madrid, y además “manu militari” y con poco tiempo para alegar, por si acaso.
J.ATXA
DEIA
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