jueves, 24 de febrero de 2011

Los cazadores rechazan el “consenso”

La futura Ley de Caza Vasca propone triplicar algunas distancias de seguridad vigentes sin contar con el respaldo de los colectivos de cazadores.

La Ley de Caza Vasca retorna a la actualidad, una vez acabada la ponencia y antes de su discusión y posterior aprobación en el Parlamento Vasco. Los cazadores de los tres territorios, aunque con mayor incidencia para los de Bizkaia y Gipuzkoa, están que trinan según se van conociendo algunos detalles del texto que se propondrá debatir a los parlamentarios en la cámara. Y es que las distancias de seguridad ocupan seguramente el capítulo que más irrita a los cazadores modestos que no salen o no pueden acudir a los cotos de otras provincias vecinas. Si en la actualidad la distancia de seguridad a caseríos y caseríos, por ejemplo, es de cincuenta metros, y en territorios vecinos es de cien, en nuestros territorios históricos se quiere con la nueva ley que quede en ciento cincuenta; cincuenta para el jardín o huerta colindante al edificio mas un perímetro de cien metros. Vamos, superar en un 50% a las comunidades vecinas y hasta triplicar la vigente Ley de 1970, una ley estatal que, visto lo visto, no debía de estar tan mal hecha. Por supuesto, distancias en las que siempre se habla de disparar a espaldas de las zonas habitadas, nunca en su dirección. Cualquiera que conozca nuestra orografía sabe que la medida puede acabar, en la práctica, con la caza en los dos territorios costeros vascos, plagadas de nuevas edificaciones y caminos que se han ido sumando a los caseríos de toda la vida. Si a ello se le suma otro perímetro de doscientos metros a explotaciones rurales “prioritarias”, unas setecientas, y a agroturismos, a ver dónde se podrá cazar.


Es curioso porque si se cruza la muga, no existe esta zona de seguridad. Quizá porque son más europeos y a nadie se le ocurre disparar de cualquier manera. Y donde se haga o causen problemas, que actúe la autoridad competente, algo que aquí nadie rechaza.

POLÍTICA
Los principales entes de cazadores vascos, Adecap y la Federación Vasca de Caza, siguen trabajando para evitar una ley que desde instancias políticas aseguran “consensuada” pero que no lo está con los cazadores, los principales afectados por el texto. Juan Antonio Sarasketa, presidente de Adecap y la Onc a nivel estatal, recuerda los últimos y serios tropiezos con gobernantes socialistas, desde la manifestación en Madrid contra una ley anticaza hace casi tres años, hasta la reciente propuesta de un nefasto Reglamento de Armas, al parecer paralizado de momento por la avalancha de críticas recibidas, y ahora se topa en Euskadi esta nueva Ley que no atiende siquiera unas “demandas razonables” de los cazadores. Mientras los foros de internet echan chispas y en los corrillos cinegéticos abundan las conversaciones que giran abiertamente sobre manifestaciones o la creación de un partido político, los representantes de los cazadores, con Adecap a la cabeza, siguen intentando apurar hasta el último cartucho para encontrar soluciones con los gestores adecuados, que creen sí los hay. Si a los socialistas y otros grupos “ni están ni se les espera”, las expectativas pueden ser quizá otras con el Partido Nacionalista Vasco y con el Partido Popular, más receptivos a las demandas del sector “y capaces de moverse”. En cuanto a los baserritarras, ¿en qué caserío no hay una escopeta? se pregunta el presidente de Adecap, respecto a un ámbito cuyo sindicato más representativo no parece beligerante en exceso. Y las restricciones y nuevas prohibiciones, también les afectarán por supuesto a los baserritarras, con cazadores entre sus filas. Qué diferencia entre el gobierno respecto al trato y trabajo, conjunto y serio, con las diputaciones. Mientras el texto de la ley llega al debate del Parlamento, las esperanzas siguen puestas en que por fin se alcance un esperado consenso que evite las movilizaciones de un colectivo muy enfadado que quiere verse representado y defendido también por sus políticos.
J.ATXA

DEIA

No hay comentarios: