jueves, 26 de noviembre de 2009

Desconcertante viento sur

La climatología benigna está retardando la entrada de palomas, y las primeras becadas llegadas se muestran desconfiadas y ariscas a los canes. Tiempo loco y cazadores desconcertados.


La climatología con dominantes de vientos del sur de estas últimas semanas está poniendo a prueba los conocimientos y la paciencia de hasta los más veteranos expertos de la actividad cinegética. Ni los cazadores de pase se atreven a abandonar del todo los puestos, por aquello de que en cualquier momento puede saltar la sorpresa en forma de bandos de palomas, ni los cazadores con perro terminan por estar en condiciones de salir en pos de sordas y perdices gracias a estos desconcertantes vientos del suroeste.

En los puestos de pase de aves migradoras sigue habiendo quien espera a las palomas que al parecer siguen quedando por Centroeuropa y sobre todo en el sur francés. Aunque Palombe suspendió los conteos de Iparralde hace justo quince días, los datos siguen apuntando a que aún quedan palomas por pasar. Cuándo y por dónde son las preguntas por resolver. En varios foros de internet se habla de buenos pasos de bandos el viernes 13, mucho más puntual entre los chaparrones del lunes 11, y luego también otro gran paso realizado el jueves pasado, justo hoy hace una semana. Y es que ya no resulta fácil prever cómo se comportarán las palomas azuladas que restan de llegar a estas alturas del calendario acabando noviembre. Algunos hablan de los efectos del cambio climatológico, de la incidencia de los aerogeneradores eólicos que llenan las cumbres altas, o de los siempre recurrentes vientos para intentar explicar su extraña y tardía conducta en este 2009.

Como anécdota, dos veteranos cazadores, ambos jubilados y sumando por encima de los setenta años ya cada uno, aprovecharon el viento sur del jueves pasado para acudir a una línea de puestos del norte burgalés lindando con tierras alavesas. Entre los diversos bandos que pasaron bien lejos de su puesto, a uno justo se le ocurrió cumbrear el puerto sobre sus cabezas y las dos veteranas escopetas paralelas no huyeron del desafío, sumando siete los pájaros abatidos con los cuatro disparos de rigor. Más premio que en todo el mes anterior, madrugones incluidos. Alegría inmensa para dos veteranos con muchos años de monte a cuestas y recelo para los más jóvenes que aguantaron en octubre muchos días de bolos antes de empezar con los perros tras las becadas.

Y éstas, las oilagorras o sordas, en los días de más viento sureste procuran buscarse estancias al socaire y sobre todo donde puedan controlar cualquier sorpresa durante el día. Han llegado becadas, sí, pero unas cuantas desconfiadas y que apenas dejan acercarse a los perros, mostrándose ariscas y huyendo ante la mínima sospecha. Eso no ha evitado que también algunos comiencen a degustar la presente temporada becadera con las primeras y merecidas capturas a perro puesto, como mandan los cánones. Otros, en cambio, han comenzando errando sus disparos y cada vez que fallan aumentan el porcentaje de error de la acción siguiente. La precipitación muchas veces mezclada con el ansia, el comportamiento del perro ante el esquivo pájaro y el temor a fallar se alían para desviar lo suficiente el disparo, siempre por detrás con pesadas cargas de cuarenta gramos enviados a un pájaro escurridizo de por sí en cuanto se siente amenazado.

MALVICES
Y en cuanto a las malvices, tampoco el tiempo acompaña las predicciones. Han pasado muchísimas desde mediados de octubre pero en los últimos días apenas se dejan ver. En algunos lugares de la costa o pasos del interior sí que se les escucha de noche e incluso antes de amanecer, pero con las primeras luces literalmente desaparecen de los cielos. Quedan algunas echadas, sí, pero huidizas y evitando los lugares tradicionales de paso. Y vuelve a planear la duda, como sucede con sus vecinas las palomas o las caprichosas sordas, que dónde estarán. A ver si por fin llega algún frente propio de esta época de origen europeo y se estabiliza el capital migratorio cinegético.

Fuente: DEIA

3 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Por qué no dejáis a los animales en paz?

Anónimo dijo...

¿De veras es divertido matar animales?

HIDALGO dijo...

Cazar no es matar.