viernes, 27 de mayo de 2011

Una escopeta para todo gestada en Zaldibar

La firma armera vizcaina Lanber ofrece con su semiautomática Dakota respuestas tanto para el monte como para las canchas de tiro.

Con las escopetas, a los cazadores y tiradores nos pasa a veces como con los adiestradores de perros, que si no tienen nombre raro o no vienen de fuera, parecen tener menos mérito y apenas entran en nuestras expectativas, a pesar de las evidencias. Hoy traemos una repetidora con label vasco que podría pasar desapercibida si no fuera por todo lo que ofrece procedente de una empresa de Bizkaia, a pocos kilómetros de Eibar. La sorpresa llegó en marzo en la feria madrileña Fitac, donde Lanber mostraba sus últimas superpuestas del calibre 12 y 20, pero donde destacaba la nueva semiautomática denominada “Dakota”, nombre idóneo para recoger de forma simbólica parte de la esencia del pueblo nativo de Norteamérica, los Sioux.


COMPLETA

Bajo este nombre comercial llega una repetidora muy ligera, de gran aspecto, con poco más de 2,8 kilos de peso, algo que agradecerán los cazadores tras las largas jornadas tras perdices o becadas, y con un nuevo diseño tanto por fuera como por dentro. En su exterior, además del cajón plateado, llama la atención su fino y largo pasamanos, que le confiere un agarre más fácil y seguro. Aunque la revolución le llega por dentro, gracias a un nuevo sistema de recuperación de gases basado en un movimiento lineal del pistón, sin juntas, que junto a unos cilindros autorregulables usan de forma óptima la fuerza de los gases emitidos desde un ajuste mecánico de baja tolerancia que permite disparar cargas de entre 24 y 42 gramos. La escopeta está “hecha completamente en Zaldibar” en todos sus componentes, desde las maderas en nogal europeo hasta todos sus componentes metálicos, aseguran desde la firma, y encima tiene un coste al público que ronda los novecientos euros, además de cinco años de garantía.


PRUEBAS

Todas estas especificidades las asegura el catálogo, así que en marzo se acordó realizar una prueba real, que por fin se hizo la semana pasada en el campo guipuzcoano de Arrate, con Manuel Santos y Sandra Peña, responsables comerciales de esta firma vizcaina. Una tarde soleada y con diversas municiones, mayormente de la firma Armusa, por cierto, cartuchería también vasca fabricada en Gordexola, junto a otros de marcas como Uee, Saga o Jg, en diversos gramajes de tiro y caza. La presentación del arma es muy buena, y en la calle parece aún mejor que tras un mostrador. Su ligereza y equilibrio la hacen gustosa a las manos, y tras acostumbrarse a la presión del gatillo, más duro que en las escopetas de tiro, la repetidora ofrece un manejo sencillo y versátil. La insana intención de encasquillarla con 24 gramos del que la probaba se quedó olvidada después de varias series de platos en las que escopeta alimentó, recargó y expulsó de forma efectiva. Como está recamarada con 76 milímetros, también permite lanzar cargas magnum, aunque en la prueba no se sobrepasara de 36 gramos. Ni el intercambio de marcas de cartuchos, tamaño o peso de perdigones, pudieron alterar lo más mínimo su funcionamiento, aunque tirando con las mayores cargas obviamente se deje notar más el retroceso en el hombro, algo asumible para una escopeta tan ligera.


Según Manuel Santos, el éxito de este funcionamiento impecable radica en los muchos meses de pruebas continuadas, muchos miles de disparos a los prototipos y las mejoras sucesivas incorporadas hasta dar con la escopeta que ahora comercializan con una estupenda relación de calidad y precio. Tras la prueba, para la limpieza se constató que con el nuevo sistema es mucho más fácil de realizar y el mantenimiento resulta menor respecto a otras semiautomáticas de gas, otra ventaja añadida. Una escopeta vizcaina que, sin duda, responderá a las expectativas de muchos cazadores e incluso tiradores por su versatilidad.

J.ATXA

DEIA

1 comentario:

Anónimo dijo...

esa escopeta la compre de nueva aca en argentina y es lo peor q me pudo haber pasado se me rompio la chimasa no salian los tiros y no sacaba la mayoria de los cartuchos