Juan Antonio Sarasketa liderará una plataforma de trabajo desde la ONC y ADECAP para evitar que se repita la situación actual y paliar los despropósitos que se producen en la media veda.
El desastre estaba cantado. Si hace varias semanas hablábamos de la numerosa presencia de codornices en los campos, como hacía años que no se recordaba, el resultado de la apertura de la media veda el pasado sábado volvió a demostrar que resulta necesario tomar medidas urgentes para no acabar con esta modalidad de caza. Un cosecha realizada hace más de un mes, la total recogida posterior de la paja en la mayoría de los campos e incluso muchas de las piezas de cereal ya aradas, fue lo que se encontraron los miles y miles de cazadores que salieron al campo el pasado fin de semana. Por supuesto, campos sin codornices ante la falta de resguardo ni alimento. Muchos bolos, esto es, cero capturas, y algunos cazadores con una y dos aves colgadas tras patear antiguas piezas de trigo o cebada arrasadas o sus hierbas cercanas. Sólo algunos -contados- afortunados que acudieron a zonas húmedas o riberas de regadíos pudieron pasar de la veintena de piezas, mientras la inmensa mayoría regresó de vacío tras las dos primeras y largas jornadas de caza. Los agricultores, por su parte, tienen como disculpa la sequía, una mala cosecha y la recogida temprana de la paja. La pronta recogida del cereal y el aumento del precio de la paja han acelerado la desertización cinegética codornicera de los campos. La patética situación de los cazadores se ha repetido en el sur de nuestra comunidad y Nafarroa, en tierras aragonesas y riojanas, y más especialmente en territorio burgalés, donde se capturan el 50% de las codornices de la media veda española. La pasada semana, el presidente de una sociedad de cazadores vascos viajó en coche desde el Valle de Losa, al norte de esta provincia y donde la veda se abrirá este domingo 23, hasta la capital de Burgos sin ver en todo el trayecto una sola hilera de paja en el campo.
Se sienten engañados
Malestar entre los cazadores
Con más razón si cabe, se ha hecho notar otro año más el gran malestar y mayor cabreo entre muchos miles de cazadores que se han sentido engañados: las administraciones no dicen nada; los ayuntamientos cobran por cazar, haya condiciones adecuadas o no; y los agricultores sólo se preocupan de lo suyo, este año con más prisa de lo habitual y a sabiendas que los dineros municipales recaudados también les repercuten. Algunos incluso han recogido y revendido la paja a mejor precio tras haber acordado lo contrario con cazadores. Y estos últimos se limitan a pagar, a ver cómo se les toma el pelo año tras año, sin que nadie aún ponga orden en este desastre que afecta a la media veda de la codorniz en buena parte del norte peninsular.
Para solucionar el desastre
Comisión de trabajo
El presidente de la Oficina Nacional de la Caza (ONC) y alma mater y presidente de ADECAP, Juan Antonio Sarasketa, se ha propuesta crear y liderar una comisión de trabajo desde ambas plataformas para buscar una solución a este desastre "y para cesar tantas humillaciones que reciben los cazadores en estas fechas" señalaba este mismo lunes, en referencia a "tanto despropósito" acumulado y a cómo se han encontrado los campos en la desveda "con la paja retirada hace tiempo, incluso la ya acordada y pagada". Su idea es la de crear una "base sólida" desde la ONC y ADECAP en la que puedan acudir y participar personas o entidades que deseen trabajar para poner fin a la situación actual y que pueden contactar tanto con la ONC (tlfno: 915630411) y ADECAP (946308407).
Ojalá la iniciativa y esta comisión sean por fin el germen del cambio y sirva de solución a la dramática situación por la que pasa la actual media veda.
Texto y foto: Javier Atxa Arrizabalaga
Fuente: DEIA
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