domingo, 2 de agosto de 2009

No más saqueos

A poco más de 15 días para la desveda de la época estival en el norte peninsular, surgen como siempre interrogantes. A pesar de que, a día de hoy, las codornices abundan como no lo hacían hace muchos años -interrogantes por cierto que nadie desestima por las constantes humillaciones que viene sufriendo el colectivo un año sí y otro también a la hora de cortar las mieses-.


Este pequeño animal es muy sensible a la más mínima agresión a su hábitat y lo que hoy es un paraíso codornicero mañana se puede convertir en un erial donde sólo quede algún lagarto. Nadie ignora con qué fuerza impactan en la fauna las nuevas cosechadoras y enfardadoras. Las codornices que no son decapitadas, absorbidas o enfardadas, buscan refugio en otros lares donde la mano del hombre no incida con tanta fuerza. Zonas éstas más al norte y frescas, con piezas pequeñas donde no llegan las grandes máquinas y la paja -refugio imprescindible para aguantar en el lugar- cortada a una altura superior se enfarda más tarde. La caza, imprescindible medio de control que genera riqueza, no debe ser marginada por quienes han vendido a precios escandalosos el derecho a cazar.

Quejarse en las tertulias conduce sólamente a que vuelva a aflorar la mala uva y los problemas perduren en el tiempo. Es el momento de hablar con los responsables municipales matizando todos los puntos. De lo contrario, que cada palo aguante su vela. Las subastas están a la baja y algunas importantes se están quedando desiertas. Es bueno y puede servir para presionar. ¡Qué poco costaría enfardar la paja 15 días más tarde de la desveda! ¡Cuánto aprovecharían codornices y perdices! Porque, ¿a quién beneficia hacerlo según pasa la cosechadora? Absolutamente a nadie. ¡Basta pues de tantas humillaciones y saqueos! ¿Es tan difícil impartir justicia en un tema tan sensible? Para esto sobran gestores académicos. Incurren en errores de bulto y nadie les exige responsabilidades. Con la que está cayendo no creo que este latrocinio dure mucho tiempo. Vamos a ver si la meteorología nos echa un capote, salimos del paso y la desveda se produce al día siguiente del paso de las cosechadoras.
JUAN ANTONIO SARASKETA

Fuente: EL CORREO

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