lunes, 21 de junio de 2010

Los cazadores anuncian protestas si la futura ley no recoge sus demandas

Miles de aficionados a la caza y la pesca se reunieron ayer en Dima en una jornada reivindicativa en la que reclamaron la vuelta de la contrapasa

El «restrictivo» texto de la futura Ley Vasca de Caza y el anteproyecto del Reglamento de Armas han soliviantado a los aficionados de Euskadi, que consideran que la ampliación de las distancias de seguridad y el endurecimiento de las sanciones han sido redactados desde «el desconocimiento y el odio». Así lo proclamó ayer en Dima el presidente de la Asociación de Defensa de la Caza y Pesca (Adecap) y de la Oficina Nacional de Caza (ONC). Juan Antonio Sarasketa amenazó con la convocatoria de una manifestación el próximo otoño si el proyecto que el Ejecutivo de Vitoria ha enviado al Parlamento vasco sale adelante sin incorporar las alegaciones de los amantes de la práctica cinegética.

Adecap, que agrupa a unos cien mil aficionados, pretende contrarrestar «la presión» que, desde su punto de vista, está poniendo en cuestión sus derechos. «¡No lograrán que nos arrodillemos!», proclamó Juan Antonio Sarasketa ante los miles de aficionados que se reunieron en las campas de Zumeltza para celebrar el Día del Cazador y el Pescador, en una jornada en la que la lluvia dio una tregua.

Entre exhibiciones deportivas y acciones de rescate, los cazadores se reivindicaron en Dima como auténticos conservacionistas y defensores del medio ambiente frente al «ecologismo urbanita» que, en su opinión, es el que hoy dicta las normas. «El Gobierno de Madrid y el nuestro se alejan cada vez más de los postulados de los cazadores», denunció el presidente de Adecap. Recientemente galardonado con el premio Carlos III, Sarasketa auguró un negro horizonte para la caza en Vizcaya y Guipúzcoa si prosperan «las leoninas medidas» del proyecto de ley que debatirá la Cámara vasca.

Pero Adecap también se quejó de que no le han dejado opinar sobre el anteproyecto de Reglamento de Armas. «No nos hacen caso», se quejó Sarasketa, quien subrayó la importancia del sector armero de Euskadi. Un sector que estuvo presente en la jornada de ayer con varios 'stands' en los que se mostraron los últimos modelos de escopeta. «Pretenden adaptarse a la Unión Europea, pero con la ley actual esto está ya más controlado en España que en ningún sitio», aseguró el gerente de Berchers, Ramón Tijero. «Parece que aquí los únicos que pueden llevar armas son los delincuentes», afirmó.

Recuperar la contrapasa
Además de las críticas a las futuras regulaciones, cientos de aficionados sumaron firmas a una campaña emprendida por las agrupaciones de la costa para reclamar la vuelta de la contrapasa a Vizcaya. «Queremos llegar hasta Estrasburgo, por la vía parlamentaria», informó Alejo Mendizabal, presidente de la sociedad de Mundaka.

La contrapasa, o caza de la paloma torcaz en sus vuelos migratorios de regreso, fue prohibida en Euskadi en 2005. Los aficionados del litoral consideran que esa medida representa una «agresión» a un tradicional derecho «de compensación» que, además, era ejercido por el cazador más modesto. «El rico emigra a los territorios con cotos», precisó Mendizabal.
«Se calcula que en la bajada llegan cada año unos seis millones de palomas; y de ésas regresan 4,5 millones. El resto se cazan en el sur», prosiguió el presidente de la sociedad de Mundaka, que aseguró que en la contrapasa de 2005, en Euskadi no se superaron las 400 capturas. Mendizabal negó que exista peligro de sobreexplotación, ya que «la paloma es una de las pocas aves de caza cuya población va en aumento».

La celebración de Dima se completó con exhibiciones de perros, una entrega de premios y una suelta de palomas en la que participaron los más pequeños. La Ertzaintza protagonizó uno de los platos fuertes de la fiesta cuando, poco antes del mediodía, un helicóptero sobrevoló las campas de Dima. A escasos metros del suelo, un agente se descologó con un perro en brazos. Una vez en tierra, explicó a los cazadores que el ejemplar había intervenido en el rescate de víctimas del terremoto de Haití.

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