La cita es en Dima

A dos semanas vista del Día del Cazador y Pescador, todo está prácticamente preparado para la fiesta: actividades, horarios, exposición de artículos de caza, homenajes... y como novedad, una pantalla gigante donde se proyectará lo acontecido en la manifestación del 1 de marzo en Madrid. Así las cosas, es primordial que, como siempre, la asistencia sea masiva para poder abordar con fuerza legítimas reivindicaciones sumidas en el olvido, cuando no en la más absoluta indiferencia.
No siempre las inquietudes para engrandecer este arte y gestionar mejor el medio deben partir de cazadores y pescadores. Corresponde a la Administración buscar fórmulas para generar vida silvestre. Esos y no otros son los gestores que buscan cazadores y pescadores. Políticos valientes y conservacionistas y no demagogos obsesionados en perseguirles porque entienden equivocadamente que eso vende políticamente. ¡Pobres diablos! Qué equivocados están. Desde hace varios años he venido anticipando que los cazadores se iban a manifestar de continuar las cosas por esos derroteros. Pues bien, se ha cumplido con creces. Incluso le ha costado el puesto a la ministra de Medio Ambiente. A pulso se lo ha ganado Cristina Narbona en su afán de ignorar a los cazadores y hacer sólo caso al ecologismo de pandereta y subvención. Vamos a esperar un poco y ver cómo reaccionan las distintas comunidades. Todas y cada una tienen temas pendientes, que nadie meta la cabeza debajo del ala. De lo contrario, más de lo mismo, mala uva y a la calle. Con la salvedad de que si antes la manifestación fue, según el Samur y la Policía Municipal, la mayor después de la de Miguel Ángel Blanco, la que se puede avecinar sería el doble. No en vano lo más difícil ya está hecho, reunir por primera vez a los cazadores de todo el país. Los que por uno u otro motivo no asistieron están rabiando por manifestarse. Lo de la creación -en principio no querida- del partido político de cazadores, pescadores y gente del campo, queda de momento aparcado

Fuente: El Correo