miércoles, 24 de noviembre de 2010

Los cazadores rechazan la nueva ley de Lakua por restringir su actividad

El anteproyecto que regulará la caza en Euskadi ha entrado en su recta final de cambios y retoques antes de que dentro de pocas semanas el Parlamento Vasco vote su aprobación. Se trata de una nueva legislación que sustituye a la de 1970, todavía en vigor. El borrador ha soliviantado a las más de 100.000 personas que se dedican a esta actividad en la Comunidad Autónoma Vasca, de las que unas 60.000 desarrollan la práctica cinegética en Bizkaia, Gipuzkoa o Araba.

Pero es en los dos primeros territorios donde el esbozo legislativo ha levantado mayores ampollas, dado que en la zona alavesa se caza en cotos.

El malestar causado por las intenciones del Gobierno vasco ha larvado una irritación que, caso de que la ley se apruebe en los términos ahora dibujados, puede eclosionar en protestas sociales. El presidente de la Asociación de Defensa de la Caza y Pesca (Adecap), Juan Antonio Sarasketa, opina que la normativa resulta "muy restrictiva y parece que el espíritu es limitar" a los practicantes de este deporte. La manzana de la discordia se centra, principalmente, en la intención del Ejecutivo vasco de aumentar las distancias de tiro con determinados puntos sensibles a los disparos. Entre esos lugares destacan las vías ciclistas y las sendas de interés ecológico, con una zona de seguridad de 20 metros. Esa franja se amplía a 50 metros para ríos y caminos, y hasta 200 para granjas, caseríos y chalés, y con el disparo en sentido contrario a estas edificaciones. "Es el tema más sangrante, la escopeta no tiene peligro en sí. Las armas no tienen un alcance mayor de 50 ó 60 metros", dice Sarasketa.

DEMOGRAFÍA

Este experto en cinegética manifiesta que estas limitaciones impedirían de facto desarrollar esta actividad en numerosos parajes de Euskadi, dado el alto número de construcciones rurales. "Si de demografía se trata para poder justificar el tema, se me antoja que en Asturias, Cantabria o Galicia debería aplicarse una ley similar y, sin embargo, no es así. Es la ley más restrictiva de las 17 comunidades", protesta el presidente de Adecap.

En este sentido, Sarasketa especifica que las medidas de seguridad no han provocado "ningún problema" a lo largo de los años. Detrás de la intención de introducir esta restricción está, según Sarasketa, la llegada de personas de medios urbanos al campo. "La gente urbanita que se hace su chalet en el monte donde antes estaban los animales dice que estamos impactando en la naturaleza. Y ya ellos están impactando con sus construcciones. Luego ya no quieren por nada del mundo un disparo esporádico a 300 metros. Les molesta todo, hasta el canto del gallo al amanecer porque no conocen el mundo rural. Y esa gente es la que más incide en todo esto. La que más gresca da con los sindicatos agrarios", destaca este avezado cazador.

Sarasketa pone de relieve que los cazadores también cumplen una labor para mantener el equilibrio ecológico. Es el caso de las batida para atrapar jabalíes, especie que ha aumentado su población en los últimos años y que causa daño en los cultivos de los baserritarras. "Si no se cazasen los más de 3.000 jabalíes que se cazan en Euskadi todos los años tendríamos estos animales en La Concha o en La Gran Vía de Bilbao. Proliferarían descomunalmente", asegura.

DEIA

No hay comentarios: