El sector armero, contra las cuerdas

La ausencia de la plana mayor de la armería vasca a las ferias de caza celebradas a comienzos de mes en Madrid viene a ratificar que el sector comienza a padecer de forma más seria los efectos de la crisis, que algunos armeros sitúan ya desde hace tres años, cuando se inició el descenso de las ventas hasta llegar a la grave situación actual.

En un panorama en el que crecen ferias regionales por todos los rincones peninsulares en estos últimos años, precisamente las que se quedan sin ir son las empresas que fabrican o comercializan armas, seguramente por los altos costes que ello conlleva entre papeleos, permisos, desplazamientos de materiales y personal, para unos objetivos cada vez más complicados de cumplir. Así, a la feria Venatoria acudieron la firma eibarresa de escopetas finas Pedro Arrizabalaga, la firma de Bergara Dikar, especializada en cañones y monotiros, y ahora con un rifle de cerrojo, y también la zamudiotarra Ardesa, volcada en la avancarga y representando marcas como Fabarm o Merkel. Todo un mérito con los tiempos que corren y apostando por la promoción de sus productos en las ferias.

Pero la inasistencia del resto de escopetas finas guipuzcoanas, de otras empresas de escopetas vascas más asequibles y también de las principales marcas internacionales, (Beretta, Benelli, Remington, Browning o Winchester), dejan muy coja cualquier oferta ferial armera importante que se precie de tal. “El mercado nacional está hecho unos zorros” asegura Marta Gómez, abogada y gerente de la Asociación Armera a nivel estatal, aunque por supuesto, con sede en Eibar. Esta entidad agrupa a cerca de cuarenta empresas fabricantes e importadoras y distribuidoras de armas deportivas para caza y tiro, así como de los distintos complementos referidos a estos dos deportes. “La escopeta fina ha sufrido una caída impresionante” destaca Gómez “aunque depende de cada empresa en concreto. En Inglaterra sí que sigue funcionando, más o menos, pero en Estados Unidos o en España ha bajado mucho. En general, se están manteniendo las que tienen una tradición exportadora muy larga”. El nivel de ventas al exterior incide mucho en el estado “de salud” de las diferentes empresas armeras tradicionales en un sector que tradicionalmente exporta el 70-80 por ciento de su producción.

De hecho, la asociación desde 1995 gestiona el Pabellón Oficial Español en ferias internacionales, para promocionar a sus asociados, y donde cabe destacar su presencia en el “Shot Show” de Estados Unidos, la mayor feria mundial del sector, y también en su homóloga europea, “Iwa”, celebrada esta semana pasada en Alemania. Aunque la gestión de la asociación para estos eventos internacionales es integral, también ha habido algunas ausencias respecto a otros años, y es que Marta Gómez indica que algunas empresas “están en la cuerda floja” sobre todo por esta larga crisis que ya tiene tres años y ofrece pocos visos de salida a corto plazo, aunque reconoce que en este sector “peores las han pasado”. Quizá en referencia a unos tiempos que nadie quiere recordar, a la década de los años ochenta, que convulsionó de arriba abajo a todo este mundo.

Sin duda, el cambio de gobierno en Madrid podría abrir nuevas expectativas, tras una larga y lamentable época socialista contra las armas deportivas y la caza, pero desde la asociación aseguran no haber mantenido aún encuentro alguno con los nuevos ministerios. Pero no todo son malas noticias, a pesar del bajón en ventas, porque algunas firmas logran “sobrevivir” como la empresa Borchers de Gernika (Remington, Mannlicher, Marlin), que estuvo junto a la alavesa BBI (Beretta, Benelli o Franchi) en la feria de seguridad Sicur, también celebrada en Madrid a primeros de mes. Y la de Gernika ha ratificado su presencia en la Expocaza valenciana a finales de marzo.

J.ATXA

DEIA