jueves, 11 de septiembre de 2008

Otra nefasta media veda ultima sus días hábiles

Las esperanzas tras una primavera lluviosa por la entrada y crianza de migradoras se han vuelto a esfumar, gracias a la escasa presencia de sus principales protagonistas, las codornices en el interior y las tórtolas en la costa, triste balance a apenas tres días del cierre de esta época en Bizkaia, Araba y Nafarroa, mientras que en Gipuzkoa el cierre llegará el próximo domingo día 21.

En provincias vecinas, el telón de esta antesala de la época general de caza también caerá en breve; en las zonas tempranas de Burgos y Palencia, León, Cantabria, e incluso Extremadura, finalizan este domingo 14.

En el resto de Castilla y León se repite el galimatías de fechas; en la zona norteña de Burgos, la de apertura tardía se podrá cazar hasta el sábado 20, y en la Palencia tardía hasta el 21, igual que Soria o Segovia. Valladolid y Zamora cierran el martes 16, mientras que Salamanca el 18. En Castilla la Mancha la media veda se acaba el lunes 15, algo difícil de entender ya que los días hábiles, en principio, son los jueves, sábados, domingos y festivos.

En Euskadi, las codornices han brillado por su ausencia tanto en nuestras zonas más al sur como en las tierras castellanas más visitadas por los vascos. Claro que ha habido excepciones, en lugares concretos, con buenas perchas de codornices pero de forma muy puntual e incluso en sitios nada "apropiados" en principio para esta ave. Como siempre, toca desconfiar de los mismos que siempre salen bien parados en temas cinegéticos y siempre nadan en la abundancia.

El resto, la impresión es que se ha pasado otra temporada de media veda con mucha más pena que gloria. Claro que ha habido piezas de trigo sin cosechar en las zonas más frescas, pero luego las medias de apenas cuatro pájaros por cazador y jornada no son precisamente para echar cohetes si hablamos de una especie como la codorniz.

Mientras casi todos coinciden en que o no quedan o se han marchado antes de la desveda, algunos incluso apuntan a una mayor presencia de esta ave en la península, aunque cambiando sus costumbres y sus lugares de estancia en esta época de caza, motivada por diferentes factores. Hasta que no haya estudios serios al respecto, el resto son teorías más o menos discutibles. Este año, desde luego, ha habido casi todas las condiciones necesarias para que abundara este pájaro y, aunque algo mejor que en los dos años pasados, la sensación generalizada es de pesimismo y de retroceso de esta modalidad en la que demasiadas tarjetas se pagan a precios de oro. Campos de trigo y cebada cosechados a finales de agosto y luego sin codornices, a pesar de la presumible calma y alimento, es mucho fiar a los movimientos migratorios y a las lunas, o a las lluvias que interrumpieron las primeras nidadas en primavera. ¿Será que en el centro y sur peninsular se están forrando a ver y tirar codornices?

En cuanto a las palomas, otro poco más de lo mismo. Malestar entre los vizcainos por el cierre de la temporada, a sabiendas de que a mediados y finales de septiembre aún pueden llegar tórtolas, modalidad que pasará a ejercerse sólo desde las líneas de puestos de pase autorizados, y cuya actividad empalmará con la apertura de la veda general, allá por el 12 de octubre. Y mirando de reojo a los guipuzcoanos, que al menos disponen de una semana más para tener suerte.

Los vascos que quieran cazar palomas en estas fechas ya saben que deben emigrar a fincas del centro y sur peninsular, donde miles y miles de tórtolas y torcaces se abaten cada día sin rubor alguno.
J.ATXA

Fuente: DEIA

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