Los guardas siguen con la huelga y denuncian medidas de represión

El pasado 15 de agosto se abría una nueva temporada de caza de media veda y, con ella, la huelga por un convenio justo convocada el mes anterior por los guardas forestales de la Asociación de Cotos de Caza de Álava (ACCA) .

Este parón, realizado todos los jueves, sábados domingos y festivos, es decir, durante los días en los que está permitida la caza por parte de la Diputación, ha sido, según los datos de los propios trabajadores, secundado por la "práctica totalidad de los guardas de la plantilla" y no va a terminar con el fin de esta temporada de media veda, el 13 de septiembre.

Al contrario, tal y como ya adelantaron los trabajadores de la asociación en la convocatoria, las protestas se mantendrán mientras no se cumplan sus objetivos -reconocimiento de la antigüedad de 30 euros mensuales por trienio, 100 euros mensuales netos de aumento en el salario base y una subida del IPC anual- y se alargarán, como mínimo, hasta el 12 de octubre.

Los encargados de la vigilancia de las parcelas comunicaron ayer a los medios de comunicación que han obtenido el apoyo de los guardas de Diputación y de la Federación de Pesca, Miñones y Ertzaintza, así como el respaldo del 60% de los cotos de caza asociados a la ACCA. De hecho, estos últimos han solicitado una asamblea general extraordinaria de socios para solucionar, de forma prioritaria, la negociación del convenio colectivo.

Además, los trabajadores en huelga denunciaron la "medida de represalia" desarrollada por ACCA, según la cual los guardas particulares, y sólo los que hayan secundado la huelga, tendrán que cambiarse de ropa en calles, plazas y gasolineras de Álava. Esta decisión que altera, según los propios guardas, las condiciones de trabajo de quienes apoyan el parón, ya ha sido denunciada ante la Inspección de Trabajo y Seguridad Social.

Fuente: Diario de Noticias