jueves, 11 de febrero de 2010

Fechas para revisar y prevenir

Las herramientas del cazador deberán quedar en perfecto estado de conservación y funcionamiento antes de su letargo hasta la próxima temporada


Con la veda llega la recogida de armas, accesorios, ropas y calzados, que deberán estar listos y en perfecto estado para pasar cualquier revista antes de que llegue la próxima temporada, allá hacia finales de verano. Del perro, nuestro más fiel auxiliar, hablaremos la próxima semana porque merece unas cuantas líneas aparte en cuanto a adecuar su casi plenitud de forma actual con las largas semanas e infinitos meses en los que cesará en su actividad de cazar. Del resto, la mayoría de cazadores notarán que en su domicilio se le han acumulado útiles y pertrechos por doquier que de repente ya no tienen casi ninguna utilidad.

Escopeta Empecemos por las armas; estas últimas jornadas pasadas por agua requerirán otro vistazo bastante más exigente antes de guardar la escopeta en su funda o maletín, o aún mejor, armero blindado en el domicilio. A primera vista se comprobará que todo esté en orden y que no hay desgastes, golpes o piezas que puedan complicar su funcionamiento. Toca asimismo realizar una buena limpieza y engrasado del arma para evitar posteriores daños. Empezaremos por los cañones, siguiendo por los mecanismos de funcionamiento y finalmente con las maderas, engrasando el conjunto, sin abusar, antes de ser guardado. La máxima en este proceso es la de llegar hasta donde uno sepa hacerlo razonablemente bien, y en caso de la mínima duda acudir al armero de confianza, un profesional que revisará a fondo los mecanismos y quien determinará si es preciso cambiar alguna pieza.

Salvo los golpes provocados por caídas o descuidos, las piezas de la escopeta que más se suelen resentir después de los cañones son los seguros, los mecanismos de extracción y las agujas percutoras, sin olvidarse de muelles y fiadores. En las semiautomáticas, los muelles o las válvulas y pistones también merecen repaso expreso, además del cajón de mecanismos interno, e incluso los fiadores que le sujetan a la carcasa.

En paralelas y superpuestas, las de caja o pletina larga suelen ser más fáciles de desmontar y verificar su estado, mientras que las de media pletina ofrecen más complejidad y muchas veces las manos de un profesional. Cuidado con los valientes del destornillador, cuyo paso inadecuado por los tornillos pueden estropear el fino acabado de muchas y elegantes escopetas de origen eibarrés. Hay en el mercado excelentes productos de conservación, limpieza y mantenimiento para metales y maderas que cuidarán de nuestras herramientas.
Y si alzamos la vista alrededor, ya una vez metidos en faena de recoger, veremos que cartuchos, cananas, chalecos, ropa de agua, botas varias, gorros, polainas, correas y collares, prendas específicas, accesorios casi infinitos… también requieren de ordenado y guardado para los siguientes meses.
RECORRIDOS
Eso sí, quienes no quieran guardar del todo la escopeta de caza, la situación en Bizkaia sigue siendo lamentable mientras se intenta recuperar la actividad en el campo de tiro de Leioa, con sus canchas de recorridos de caza en pista, así que la única alternativa es la del campo de tiro de Abanto, a sabiendas que es un foso olímpico y que para tirar legalmente hay que contar con la tarjeta federativa de tiro al plato. Los vizcainos más inquietos para los recorridos de caza ya saben que tendrán que viajar hasta el coto El Castillo, en Santa Cruz del Fierro, en tierras alavesas; o hasta las instalaciones de la Federación guipuzcoana de Caza en Arkale, Oiartzun, para tirar un par de series en condiciones a las patenas, minis, torres. Todo sea por, al menos, mantener en forma el estado de tiro a piezas de caza, aunque estas sean de arcilla.

Fuente: DEIA

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