Los lobos son seres sociales y por ello viven en manadas estructuradas. Están bajo el mandato de un líder. Son fieles a una zona de caza. Son carnívoros y depredadores natos, ya que siguen matando a pesar de tener comida.
Hace siglos la población de lobos era considerable y por ello las Juntas Generales de Álava se vieron en la obligación de tomar acuerdos para dar batidas, que realizaban los vecinos de las zonas afectadas. Quedaban a una hora y estaban obligados a asistir todos los residentes del lugar. Si alguno de ellos no justificaba la ausencia, se le imponía una fuerte sanción. La batida era organizada de manera que no quedasen espacios por donde el lobo pudiera escapar. Iban gritando, cercándolo poco a poco hasta llevarlo a la lobera. En las sierras de Gibijo y Arkamo se conservan varias de ellas.
Desde hace unos años, el lobo ha vuelto a los montes alaveses y los pastores han visto peligrar su futuro ya que las medidas tomadas no son suficientes y cada día hay más ejemplares. También se ha puesto en peligro la integridad de los montañeros, debido a los mastines que son subvencionados y que no están adiestrados. A nuestros antepasados las Juntas Generales les daban permiso para defenderse del lobo y éste huía. Ahora quien tiene que huir de los pueblos son los ganaderos, por el lobo, y los montañeros no se acercan a ciertos montes, por los mastines. Conclusión: los pueblos cada día más desiertos y la solución que no llega.
Fuente: EL CORREO
jueves, 18 de febrero de 2010
El lobo y sus consecuencias
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Articulos de Caza
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