lunes, 25 de enero de 2010

EL TIRO POR LA CULATA

No es fácil manejar una escopeta cuando uno se acelera ante la presencia de animales. Sobre todo a la hora de encararla. No es que sea complejo pero hay que saber llevar la culata al carrillo en el momento del disparo y no al frente de la cara. Al menos es lo que se estila, aunque hay fenómenos que rompen moldes.

El caso es que un tal Pedro, amigo de Juanito, el famoso tornillero de Berriz, aburrido de oírle contar tantas hazañas cinegéticas, quiso acompañarle en una de sus salidas a palomas al alto de Trabakua. Se supone que el tal Pedro a quien apodaban el Parchis por aquello de que mataba una y se apuntaba quince, pretendía poco menos que humillar a la escopeta negra de Berriz ¡pobre infeliz! ¡que poco sabía con quien se la jugaba! El terror de la fauna local, mas mentiroso que Pinocho jugando al mus.

Ahora bien como tornillero, el Super López de la varilla. Y si de cantar rancheras se trata cuando ha tomado un par de vinos, vamos, que ni el propio Jorge Negrete. Todo un fenómeno. Bueno así las cosas, arrancaron una mañana de octubre hacia los puestos palomeros. Una vez en los mismos, esperaron a que amanezca no sin antes haber tomado en el Restaurante de José Mendizábal un carajillo y un par de mistelas cada uno.

A diferencia de Juanito, enjuto y con un rostro curtido por el descuernacabras del monte Oiz – viento que mata a una vieja y no apaga un candil – Pedro era achaparrado y sanchopancesco. Lo suyo no era subir a las trepas. Entraron las primeras palomas y el tornillero como era de esperar las iba bajando tiro a tiro. Carambola por aquí, doblete por allá y así hasta quince para las diez de la mañana. Pedro por el contrario no quitó ni pluma. No sabía como tirarlas. Justo se sujetaba sin caerse de la trepa de lo acelerado y nervioso que estaba. Por el contrario Juanito parecía Pinito del Oro.

De pronto se oye ¡Pedro, un gran bando de frente!, suenan dos disparos… ¿Cuántas han caído?... con voz entrecortada y lastimosa Pedro contesta: de arriba tres de abajo dos.

Tarea para el dentista de Berriz. Si es que hay que saber encarar la escopeta
JUAN ANTONIO SARASKETA

1 comentario:

Txumari. dijo...

Otro personajillo como estos era aquel que se encuentra con un amigo, y le dice:

¿que tal la caza?

- bien, he matao un conejo a vuelo....

¿como a vuelo?

- pues a vuelo joer, a vuelo


¿que saltando?

-que no, a vuelo...

¿tu ya sabes que los conejos no vuelan?

- te digo que lo maté a vuelo...

¿pero como?

- abuelo joer, abuelo de viejo que era, ese tenia nietos y biznietos.....