jueves, 20 de noviembre de 2008

La becada o sorda cobra un protagonismo de primer orden a partir de estas fechas entre los cazadores vascos. Este martes en Bizkaia se vieron bandos de gansos que no se recordaban hacía años.

La tímida entrada de las primeras becadas de hace un par de semanas levantó las expectativas de que podía ser un buen año para la sorda. En el recuerdo, aún fresco, está la excelente campaña pasada, por lo que las ilusiones eran máximas para que se repitiera este escenario este año. Incluso, algunas noticias del norte y noroeste europeos invitaban a soñar en voz alta por la buena crianza tenida por la dama del bosque como la llaman los vecinos franceses.

Las detonaciones a traición en lugares querenciosos también apuntaban a que ya teníamos las primeras ollagorras en los bosques vascos, a pesar de las múltiples y crecientes dificultades con las que ellas se topan en su periplo migratorio. Pero las abundantes lluvias de las últimas semanas, no sólo por nuestros lares sino por terrenos castellanos o mediterráneos, también empujan a creer que este año debieran estar geográficamente más repartidas las becadas por toda la geografía peninsular, así que tocarían a menos.

Pero la reflexión no ha de ser necesariamente negativa. Anteayer mismo, en muchas zonas de Bizkaia se dejaron ver bandos de gansos en cantidades que no se recordaba desde hacía años. Los más veteranos los relacionan con las llegadas de algún temporal, aunque las previsiones meteorológicas no parezcan a priori dar señales de cambios bruscos para los próximos días, en los que se seguirá con vientos del norte y noroeste, y más chubascos.

Sí que hay para la costa y para este domingo la posibilidad de nieve sobre los 400 metros (500 en el interior), pero tampoco es algo que asuste a finales de noviembre. Eso sí, quienes han visto los gansos del martes saben que no suelen venir solos, y que estos movimientos vistosos también suelen ser acompañados por otras aves. Aunque no se vieron malvices, más de un becadero habrá pensado que en estos días cambiarán las tornas y regresará en seguida otra nueva entrada de sorda a nuestros territorios. Y en el calendario está el cambio de luna del próximo jueves 27, un hecho que los más veteranos saben que los días anteriores o posteriores tiene incidencia directa con los movimientos migratorios de finales de otoño.

PRIMERAS
Repasando las dos últimas semanas, los pasados días 6 y 9 se comenzaron a capturar algunos ejemplares, contados, de sordas en los cotos de interior, mientras que en la costa el asunto estuvo bastante más flojo, salvando las obligadas distancias con los que la cazan ilegalmente a la espera. El jueves pasado, a pesar de los chaparrones, hubo algunas capturas, también contadas, que se repitieron el sábado en los cotos más al norte de Burgos, y dejando el domingo sólo para los que quisieron volver a mojarse.

Eso sí, algunos cazadores ya están advirtiendo de lo ariscas que se muestran en estos primeros escarceos de la temporada, tomando contacto con pájaros que apenas se dejan mostrar por los canes o que emprenden el vuelo al mínimo síntoma extraño en sus alrededores. Comportamientos que ya se venían relatando en años anteriores y que permiten pensar en un pájaro en general aún más desconfiado y que se marcha a la mínima, complicando las posibilidades de éxito de los perros, que son, junto a la becada, los auténticos protagonistas de la modalidad.

Si el año pasado resultó bueno por el gran número de becadas para sacar adelante a los cachorros, si no se producen cambios importantes de entrada de estas aves en las próximas semanas, éste será un año específico para que los canes más curtidos demuestren su buen hacer en pos de la becada. Se lo iremos contando.
Las abundantes lluvias empujan a creer que las becadas estarán más repartidas por el Estado.

Éste será un año específico para que los canes más curtidos muestren su buen hacer.
J.ATXA

Fuente: DEIA


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